La empanadilla es un plato bastante típico en España. Una variante de la empanada pero a diferencia de esta, que se hace al horno, la empanadilla suele freírse en aceite, aunque también se puede hacer al horno si se quiere huir de los fritos.
Como en todos lados, cada maestrillo tiene su librillo y hay mil y una formas de hacer empanadillas puesto que existen muchas posibilidades de variar su relleno. Al ser una masa neutra, se puede usar tanto para dulce, como las exquisitas truchas de batata de Gran Canaria o para introducir algo salado, como en este caso son las empanadillas.
Comprar la masa congelada
Para la realización de estas recetas, vamos a utilizar las obleas pre-cocinadas que se venden en cualquier sección de congelados. El motivo, la facilidad. Hacer nosotros mismos la masa implica invertir mucho tiempo, y para que al final, el resultado sea casi igual (si es que sale bien la masa).
Por ello, es mejor no complicarse. Lo único que tenemos que recordar es que las obleas hay que descongelarlas a temperatura ambiente alrededor de una hora antes de rellenarlas. También vamos a necesitar sartén que no se pegue, una cuchara de madera, unas pinzas o espumillera para freír y papel de cocina.
La receta está pensada para rellenar 16 obleas. Si se quieren hacer más, basta con duplicar los ingredientes, más o menos, en esa proporción. Como siempre, hay que leer la receta completa antes de empezar.
Empanadillas de carne
Para ellas vamos a necesitar: 300g gramos de carne picada, medio pimiento rojo pequeño, una cebolla. 50 mililitros de leche, una cucharada de harina, mostaza en polvo (opcional), orégano (opcional) y cilantro seco (opcional).
Cortamos la cebolla y el pimiento pequeño para que los trozos no sean excesivamente grandes. Por ejemplo la cebolla podemos cortarla en aros y luego partir ese aro en otros cuatro trozos. En un poco de aceite de oliva, pochamos la cebolla con el pimiento, mejor a fuego lento para que vaya incorporando el sabor. A esta mezcla, añadimos un poco de mostaza en polvo, el orégano y cilantro seco en caso que lo queramos.
También se puede añadir especias a elegir, o algo de tabasco si las queremos picantes. Una vez que esté pochado, escurrimos el aceite y reservamos. Con ese aceite sobrante, freímos la carne con un poco de sal y pimienta a gusto. Si queremos añadirle un poco de tomillo se puede hacer. Hay que evitar que la carne molida se junte, así que podemos ir separándola con una cuchara de madera que no ralle la sartén. Una vez frita, añadimos la cebolla y pimiento y removemos. A esta mezcla, añadimos la leche y la harina. Removemos bien y dejamos reposar apartada.
Empanadillas de atún
Para las de atún, necesitaremos: Una lata grande de atún (220 gramos sin escurrir) en aceite de girasol u oliva, según prefiramos. Un trozo de pimiento verde, una cebolla, ocho aceitunas de anchoa y dos o tres cucharadas soperas de tomate frito o Ketchup.
Análogamente a las de carne, pochamos la cebolla con el pimiento verde. Una vez que esté blando, añadimos el atún escurrido y removemos. Cortamos las aceitunas pequeñitas, cada aceituna en cinco o seis trozos y las añadimos a la mezcla. Una vez estén todos los ingredientes incorporados, añadimos el tomate, removemos y dejamos enfriar un poco.
El relleno de las obleas
Rellenar las empanadillas no tiene ciencia, pero hay unos pasos que tenemos que seguir. El primero de todo, es evitar que el relleno tenga aceite y el segundo es no rellenar en exceso. Para cerrar las obleas bien, vamos a necesitar un tenedor y un poco de agua en un platito o taza. Con una cuchara sopera, colmada no deberemos tener problemas para cerrarla. Ponemos la mezcla en el centro de la oblea, intentando que no sea demasiada cantidad.
Una vez que hagamos una ya no habrá problemas. Antes de cerrar la oblea, hay que poner un poco de agua en el borde. Lo podemos hacer con el dedo si lo tenemos limpio o con un pincel de cocina. Una vez humedecido, cerramos intentando coincidir borde con borde. Si hemos puesto mucho relleno, más vale retirar un poco antes de cerrar. Para cerrar presionamos ligeramente con el dedo, y luego con el tenedor, "grapando" los bordes.
Al freír las empanadillas
Freír las empanadillas es el proceso más rápido de todos. Si no queremos gastar mucha aceite, lo normal es hacerlo en una sartén más bien pequeña, puesto que tiene que tener al menos un dedo de aceite la sartén. También se puede usar la freidora. El único requisito es que el aceite esté hirviendo, esencial si queremos que nos queden crujientes. Freímos hasta que se doren y es normal que se formen una especie de verrugas o burbujas en la masa por el efecto del aceite hirviendo.
Para servirlas, las ponemos en un plato con una servilleta para que se empapen del aceite sobrante y comemos de inmediato para disfrutarlas bien calentitas.
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