El helado de melón, aunque no es un postre muy tradicional, es una solución refrescante para el agobiante calor que nos azota en los meses de verano. Aunque tomarlo solo puede resultar algo empalagoso por su dulzura, hay que destacar que es el acompañante ideal de tartas o bizcochos, como una tarta de manzana por ejemplo. Este postre combinado con otro más seco, hacen un complemento perfecto.
Aunque la preparación es súper sencilla, se requiere de atención varias horas después de finalizado, por lo que se debe hacer en alguna ocasión en la que podamos estar vigilantes durante algunas horas después de su realización.
Los ingredientes del helado de melón
Para hacer, más o menos, helado para 10-12 personas, vamos a necesitar: 650 gramos de melón fresco, 200-300 gramos de azúcar blanca, 100 ml de leche entera o semidesnatada, 400ml de nata y dos o tres cucharadas de zumo de limón, 50ml crema de coco (opcional).
Además, vamos a necesitar una batidora eléctrica, ya sea de vaso o de pie, una batidora de varillas, ya sea eléctrica o manual para montar la nata y un recipiente apto para el congelador donde vamos a dejar el helado.
La preparación del melón para hacer el helado
En primer lugar, cortamos el melón. Para que nos salga unos 600 gramos de melón, vamos a necesitar al menos 1,1 kilogramos. Esto es debido a que la cáscara, obviamente, no se utiliza y que la parte más dura del melón tampoco es muy recomendable usarla. Una vez que tengamos el melón cortado y sin pipas, lo batimos en la batidora hasta crear un puré, que será más bien líquido.
Por otra parte, semimontamos la nata, puesto que no hay que dejarla completamente montadas. Basta con que nos quede de una textura cremosa. Aún así, para hacer este proceso, la nata deberá estar fría de la nevera, a unos 5 grados. Una vez que acabemos con la nata, incorporamos el melón, el azúcar, la nata, la leche, el zumo de limón y la crema de coco (si la fuéramos a utilizar) en el recipiente donde vamos a dejar reposar el helado. Removemos bien, para que todos los ingredientes se agreguen, tapamos y congelamos.
La cantidad de azúcar va a depender de lo dulce que lo queramos. Siempre podemos poner un poco menos y probarlo antes de congelarlo para ver si está como nos gusta.
Un postre dulce y saludable
Una vez terminado, el helado requerirá nuestra atención durante unas tres horas aproximadamente. A la media hora de meterlo en el congelador, lo removemos con una cuchara para que no se forme hielo. Esta operación la volveremos a hacer a la media hora y luego dos veces más cada una hora. Con esto vamos a evitar que se formen placas de hielo en la superficie y en el interior, consiguiendo una textura más cremosa.
Una vez vayamos a consumirlo, lo más recomendable es sacarlo 15 o 20 minutos antes de tomarlo para poder disfrutarlo bien.
El helado de melón, que por lo general es bastante dulce, queda especialmente bueno rociado con sirope de fresa o frambuesa, que tienen un toque ácido, además de con bizcochos secos o galletas.
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